Te saludo de nuevo, apreciado y viejo amigo, ya estamos juntos otro año más... Por delante, tres semanas de aventuras por la mítica y legendaria Persia. ¡Lo logré! Mi querido diario, pasaremos juntos muchas peripecias, anécdotas, momentos sublimes, momentos que me hagan suspirar de emoción, de esos que llenan el alma... y supongo que otros no tan buenos... No pasa nada, de todo se aprende y estoy mentalizada. Si fuera demasiado fácil, no sería tan especial. En este viaje de reseteo, volveré a conectarme en profundidad con mi Ser. Salir de la zona de confort, recargar pilas y retornar con la sensación de plenitud por lo vivido y por la gente maravillosa que me iré encontrando en este camino. Más allá de la cultura o religión, late la misma esencia. Diferentes, pero no distantes. Espero y deseo conocer personas que sean capaces de rozar y acariciar mi alma... y yo la de ellos. Unidad en la diversidad, interconectando corazones Viajaré solo con mi presencia, mi mochila y tú, mi estimado diario. Te iré contando todo lo que vaya viendo y sintiendo. Vivo el presente más que nunca y a eso me atengo. ¿Deseas acompañarme? Ven, dame tu mano y volemos por tierras persas, conozcamos desde dentro la legendaria hospitalidad de sus gentes y su carácter orgulloso e indoblegable, a la vez que educado y amable. Paseemos por sus indómitos, agrestes y salvajes paisajes, abrasados por el astro Sol en todo su esplendor Descubriremos que, más allá de los prejuicios, palpitan corazones sensibles, cultos y cercanos Sello de identidad milenaria. Su historia y legado más presente que nunca