En el año 1929 un joven cónsul boliviano en Londres, Mamerto Urriolagoitia es comisionado para explorar una parte de la región del El Chaco boliviano, A esa aventura invita a sus amigos ingleses J. C. Mason, cineasta, con la misión de tomar imágenes de la aventura, y Julian Duguid, encargado de escribir la crónica del viaje. Tras cruzar el Atlántico arriban a Buenos Aires, y de allí por tren viajan a Rosario, desde donde remontan en un vapor el río Paraná hasta Asunción (Paraguay) y de allí se dirigen bordeando el Matto Grosso brasileño a la región de El Chaco, llamada también El infierno Verde.