Esta obra, como la primera, desborda originalidad, cultura, espíritu crítico y observador y mucho sentido del humor. Para quienes hayan leído De España al Japón ésta será una feliz continuación, y para aquellos que no, una auténtica fiesta, pues disfrutarán de una estupenda narración viajera y descubrirán a un autor inexplicablemente olvidado del cual se harán seguidores incondicionales. Estamos en 1927. Se funda la Campsa. Se estrena «Mariana Pineda». Famosean Ricardo Zamora y Paulino Uzcudun. Oteyza paga diez dólares por el visado de Estados Unidos, una peseta con cuarenta céntimos por el de Egipto, tres duros por el del Japón y se embarca en el Claudio López.