Forjar el Anillo, por Dioni Serrano
EN 2010 los guardas de los refugios de Picos de Europa decidieron importar el modelo de los circuitos pirenaicos, del tipo Carros de Foc, y organizaron El Anillo de Picos, un itinerario que recorre los tres macizos utilizando los refugios guardados como si fueran los waypoints de un GPS. Las temporadas pasadas, el producto ha estado a prueba. El verano en el que acabamos de entrar parece fundamental para valorar su viabilidad. Con esta revista que le dedicamos esperamos colaborar a forjar el Anillo.
Los promotores saben que no pueden esperar el mismo éxito que están obteniendo el Carros de Foc, la Porta del Cel y la Senda de Camille, entre otros. Lo saben porque, primero, los Picos de Europa tienen unas características muy particulares (un relieve infernal, desniveles formidables, caminos no siempre fáciles, escasez de agua, etcétera); segundo, algunos refugios, por su propia naturaleza, sólo pueden ofrecer unos servicios muy limitados; y tercero, la distribución de los ocho refugios que participan en el Anillo es irregular: hay sectores con refugios separados por unas pocas horas de marcha y otros con grandes espacios en blanco, como ocurre en el macizo de Andara, que cuenta con un solitario refugio en uno de sus extremos. Estas circunstancias convierten al Anillo casi en un circuito de élite, al menos si se pone el ojo en el recorrido integral.
No faltará quien piense que en Picos no era necesario establecer un circuito de esta naturaleza y temerá que provoque saturación en los refugios o que incluso pueda hacer más difícil el acceso a los montañeros que vayan por libre. Pudiera ser. Pero frente estas posibilidades hay que colocar una realidad que se descubre después de hablar cinco minutos con un guarda: mantener los refugios en buen estado (es decir, funcionando correctamente) cuesta mucho dinero; y no hay vuelta de hoja: para que permanezcan abiertos, aquellos que los trabajan deben obtener un legítimo beneficio. En esto no son distintos de cualquier otra empresa. Ahora bien, como a cualquier negocio que trate con el público hay que pedirles equilibrio entre el precio y el servicio.
Los refugios de montaña son una mezcla de instalación deportiva y de empresa turística. El porcentaje de cada una de estas partes depende tanto del que lo gestiona como del que lo utiliza. Tengámoslo presente este verano cuando lleguemos a un refugio, sea de Picos o de cualquier otro lugar.