El célebre Mapa de Labaña constituye el gran hito de la cartografía aragonesa, ya que desde el siglo XVII hasta bien entrado el XIX fue la base sobre la que se elaboraron otros mapas de este territorio. Por su parte, el Itinerario por el Reino de Aragón es el cuaderno de campo donde Labaña iba anotando todas las mediciones necesarias para la elaboración del mapa. Este diario recoge esos trabajos desde octubre de 1610 hasta abril de 1611 y reseña muchos datos que, aunque no resulten relevantes desde un punto de vista cartográfico, aportan una gran caudal de información sobre el Aragón del siglo XVII.