Pocos conocerían esta batalla del Javalambre de no haber sido por el gran empeño y afán investigador del autor, BLAS VICENTE MARCO, y por recuperar esta historia que, como tantas otras, tal vez el tiempo hubiera sepultado. Esta misión se ha llevado a cabo con un gran esfuerzo personal y familiar, que, compaginado con su trabajo laboral de cada día, le da un gran mérito y valor añadido al presente libro y a su autor. Ha robado tiempo al tiempo aprovechando cualquier hueco en su vida, ha husmeado y rebuscado en archivos, preguntado y escarbado en las memorias, localizado cualquier residuo histórico que pueda quedar en el entorno del Javalambre y organizado un exhaustivo estudio de la batalla que difícilmente pueda ser mejor estudiada, analizada y desmenuzada. Leer el presente libro le va a supone al lector meterse en cuerpo y alma en la sierra callada de Javalambre: acercarse a Manzanera, a los Olmos o a las Alambras; recorrer la Muela de Sarrión; entrar en Albentosa: subir al vértice de la Creventada y al Alto del Buitre o descender a la zona del Estrecho; visitar las masadas, Peña Blanca o la loma de Pelamozos; acompañar a los soldados hasta las fuentes del Cañuelo y del Enebro; descender por empinados barrancos y recorrer olvidadas sendas junto a las piezas de artillería, y acompañar a las tropas hasta la caseta del Pescater. Todos ellos lugares y parajes que el autor no sólo ha estudiado, sino que conoce muy bien desde niño, y aprovecha para hacer pasear al lector a través de ellos ofreciéndole una gran concreción topográfica, precisada casi metro a metro, para dar una visión muy cercana y viva de aquellos acontecimientos. Paso a paso, minuto a minuto, nos mete de lleno en la misma batalla y consigue que nuestra imaginación vuele hasta el pasado por los lugares donde el silencio fue roto por obuses y morteros y las vidas arrancadas de su juventud. Sólo nos faltaría oír los gritos de los jefes y oficiales arengando a sus unidades, o escuchar las órdenes de los generales Varela, Matallana, Bautista o Escámez; todo lo demás, hasta los lamentos y gritos de dolor de los soldados heridos, seremos capaces de imaginar siguiendo los minuciosos detalles del trascurrir de la batalla.