Tras muchos decenios de desconocimiento, la reedición actual de "La Montaña", publicada por primera vez en 1873 y editada en castellano en los años 20, es de sumo interés para conocer mejor a un autor que contribuyó decisivamente al desarrollo de la geografía como ciencia para ponerla al servicio de la lucha por una sociedad libre, sin explotación y sin Estado. Escrita en un lenguaje sencillo y asequible, aunque no por ello carente de profundidad, la obra, como los demás libros de Reclus, sirve a un propósito anhelado por los anarquistas: la educación, la enseñanza, la formación intelectual de los trabajadores como base para la transformación social. En los 22 capítulos del libro, narrado en primera persona, hace Reclús una descripción completa de las características de las áreas montañosas, presentadas como espacios de paz y libertad, un refugio frente a la maldad y los sinsabores que alberga la ciudad.