Viajera tenaz, la autora de Las bellas ciudades y yo ofrece en estas páginas una mirada personal que sobrevuela ciudades como una golondrina, y nos cuenta su experiencia en ellas. Este es un libro de aventuras reales que supone una sugerente vuelta de tuerca y estilo en el maravilloso género del relato de viajes.
De Agadés a Zanzíbar, pasando por París, Lennon nos narra un buen número de historias y correrías que van del humor al suspense en una inagotable variedad de situaciones y escenarios. En ellas se muestra tal como es, sin florituras, la vivencia de una trotamundos ante las sorpresas que da el camino y el encuentro con sus gentes.
Su rico lenguaje ofrece minuciosas descripciones de seres y cosas; un estilo sencillo para describir lo complicado.Y las notas de viaje se convierten al fin en literatura; pero también en imágenes, porque la mirada de la autora en su tránsito por el planeta queda fijada en sus fotografías.
A través de una prosa amena y clara sumerge al lector en lo insólito, en lo inesperado, la fatiga y la alegría; le dibuja una sonrisa ante situaciones vividas por ella en carne y hueso. Lennon no describe ciudades, las interpreta a su manera y también se implica.
La lectura de Las bellas ciudades y yo mete en el cuerpo al lector unas irrefrenables ganas de coger la maleta y salir a ver el mundo.
