Primero pensamos que podríamos dar la vuelta al mundo en 4 años. Luego nos convencimos que la terminaríamos en 7. Cuando llegamos al sexto año de viaje, creímos que 10 era buen número, un número redondo. En junio del 2014 cumplimos 14 años viviendo en la ruta. Y todavía nos queda mucho planeta
Jamás olvidaré el lunes que apoyé el cañón de una pistola en mi cabeza y disparé hasta quedarme sin balas, sin detenerme a pensar en lo que hacía para no darle otra oportunidad al arrepentimiento. Era la despedida a un trabajo fijo, la renuncia a un futuro previsible, la jubilación de la seguridad. Pasaban diez minutos de las diez de la mañana y mis últimas palabras decían, más o menos, quédense ustedes con el muerto que yo me largo. Mi cuerpo se desplomó y yo salí por la puerta.
El Libro de la Independencia es la historia de un sueño, de cómo un día dos personas normales deciden renunciar a la doble vida que nos arrastra a hacer los fines de semana todo lo que nos hubiera gustado vivir de lunes a viernes.
Y es el relato de los caminos accidentados de Babel, un viaje por algunas de las peores rutas del mundo en una furgoneta 4×4 transformada en una casa con ruedas. Sin baño, sin ducha, sin patrocinadores, sin hoteles, sin teléfono y sin Automóvil Club. El camino proveerá es una declaración de intenciones optimista. Bueno, optimista optimista.