Un sabor añejo envuelve a esta ciudad, que presume de una riqueza histórica extraordinaria. Los tranvías, las callejuelas del barrio de Alfama, los muros cubiertos de azulejos, los melancólicos fados... le confieren un sello único ¿Sus encantos? Innumerables: la evocadora torre de Belém, el monasterio de los Jerónimos, el Bairro Alto, el célebre café A Brasileira en el Chiado, un paseo por la Baixa, con una bulliciosa actividad comercial...
Una manejable encuadernación en espiral, unos contenidos muy completos y entretenidos, planos y callejero.
· Melancólica y vital Lisboa