Salme, hija del sultán de Omán y Zanzíbar, después bautizada como Emily Ruete, nació en 1844. En 1866, tras enamorarse de un comerciante alemán, Heinrich Ruete, abandonó la isla africana en secreto para abrazar la religión cristiana y casarse en Europa. Pocos años más tarde de su llegada a Alemania, en 1870, su marido muere súbitamente, dejando a Emily viuda en una tierra extraña de la que apenas si conoce el idioma. Un profundo deseo de explicar a sus hijos sus orígenes la llevó a publicar sus Memorias, legando así un valiosísimo testimonio para la historia de las mujeres y el conocimiento de la vida cotidiana en un harén.
Sin ornamentos ni exotismos, publica en Alemania Memorias de una princesa de Zanzíbar basada en sus recuerdos, en 1886 y, más tarde, escribe Briefe nach der Heimat (Cartas a mi hogar), donde narra su vida en Alemania desde 1867 hasta 1885, un manuscrito que permaneció inédito hasta 1999.