Teo, alpinista amateur y periodista de montaña, ha recibido una propuesta para embarcarse en el proyecto de su vida: acompañar a una expedición de primer nivel a la cara sur del Annapurna. Sin embargo, debe cumplir un requisito previo: convencer a los líderes de la expedición de que no será una rémora. Las majestuosas cascadas de hielo de Rjukan, un remoto pueblo noruego, serán el escenario de esa prueba.
La convivencia en la cruda naturaleza invernal irá dando paso a fuertes tensiones entre los alpinistas como resultado de la divergencia en sus concepciones de la vida y de la montaña; a su vez, vendrá marcada por el rápido deterioro de la relación entre Teo y su mujer Katia.
Rjukan se adentra en la posibilidad de un camino hacia el éxito que compatibilice los logros personales con la camaradería y la solidaridad, frente a la dinámica del triunfo a cualquier precio. La novela ahonda en el sentido de la vida, y cuestiona la necesidad de una ontología que vaya más allá de la propia existencia. Pero sobre todo, Rjukan es una alegoría sobre la falsedad de la dicotomía triunfador-perdedor.
