Albania es un paÃs que por fin ha salido de las más delirantes y oscuras sombras estalinistas. De él no conocemos nada más que sus playas sembradas de hilo espinoso y búnkeres abandonados.
Pero el viajero que ha usado alguna vez nuestras guÃas para descubrir tierras recónditas seguro que sospecha que detrás del derruido muro albanés hay un paÃs virgen, con un capital histórico y paisajÃstico de primer orden. No en vano la cultura albanesa suma más de 2.000 años de historia. Sus espacios naturales, ajenos aún a la explotación indiscriminada, conjugan con armonÃa montañas alpinas, playas intactas, ciudades con cascos históricos imperecederos, buena gastronomÃa y una hospitalidad inusual.
El magnetismo del paÃs es irresistible y, según los autores de esta guÃa, la alegrÃa de comprobar que en la mismÃsima Europa aún se pueden encontrar lugares inexplorados, es un placer ineludible para los amantes del viaje y la cultura.