El nombre de Salmátida o Salmantica, aparece por primera vez en un texto de Plutarco, escritor griego del primer siglo después de Cristo. Su población ha evolucionado desde el primer asentamiento del que se tiene noticia y que se sitúa en el teso de San Vicente entre los siglos VII y V a.C. hasta la ciudad que hoy conocemos, una capital de provincia de la Meseta Norte de tamaño medio con una fuerte especialización como centro universitario, unida a un patrimonio histórico y a una vida cultural rica y variada. Salamanca, la ciudad mas culta del Siglo de Oro, ha sido un importante polo de atracción para determinados sectores de población que, con una identidad muy singular, la ha dotado de una unidad constructiva de la que han surgido joyas arquitectónicas como la Plaza Mayor, la fachada de la Universidad o la Casa de las Conchas. La Capitalidad Europea de la Cultura, así como su inclusión en el catálogo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, puede facilitar la atracción de nuevos centros de investigación a su ya importante patrimonio universitario, así como facilitar la implantación de nuevas empresas, sobre todo con la ayuda de los grandes ejes de comunicación que están proyectados y que a corto plazo serán una realidad. Punto de encuentro entre Oriente y Occidente, Salamanca es cada día más la capital de Castilla y León, así como una ciudad con una calidad de vida en permanente ascenso.
