Tomás Álvarez, empresario y Enrique Tuñón, periodista, ambos españoles y residentes en La Habana, deben afrontar el reto de escribir una especie de borrador a modo de constitución democrática para Cuba por encargo del Gobierno de ese país. Ello les hace caer en situaciones conflictivas y peligrosas ante una parte del gobierno que quiere el cambio y otra que no.