Álvaro Neil, el Biciclown, llegó a Mongolia en bicicleta tras casi 85.000 kilómetros. Desde el año 2.004 ha elegido vivir en el camino: es un nómada que dibuja sonrisas a su paso con sus espectáculos de clown. En un orfanato a las afueras de Ulaan Bator, la capital de Mongolia, tratará de ofrecer uno más. Pero todo parece complicarse inexplicablemente. La vasta estepa mongola nos permite escuchar sus reflexiones más íntimas, y asistir a sus espontáneos y originales encuentros con los locales, donde el único lenguaje posible es el más antiguo: la sonrisa del nómada.
La Sonrisa del Nómada es el típico ejemplo de una casa comenzada a construir por el tejado. Y sin planos ni licencias. A golpe de corazón. Con muy pocos recursos ha salido un producto de cine. Pero no sólo eso.
Es un documental comunitario y universal. Desde el inicio, con la participación de Recolutions, a la edición con la participación de toda la gente de Filmina, desde la música grabada en Los Ángeles (Estados Unidos) por Nominjin, al guión escrito por el propio director desde Japón. Y para guinda el clownfunding. Una genial fórmula que ha traído más de 300 productores desde Dinamarca, Estados Unidos, Bélgica, Alemania, China, Brasil, Francia, Inglaterra, Canadá..., y de casi todas las comunidades autónomas de España.
La sonrisa del nómada no contiene sólamente las imágenes grabadas en Septiembre del 2.010 en Mongolia. Además otras grabadas también por Jordi en la India en el 2.009, e imágenes grabadas por Beatriz cuando visitó al Biciclown en Camboya para presenciar uno de sus espectáculos.
