on buen tiempo y conocimientos básicos es fácil orientarse, es decir, poder identificar el paisaje desconocido del que informa el mapa y distinguir nuestro itinerario en el mismo. Esta interpretación de mapas, junto con el manejo básico de la brújula, y el uso conjunto de estas herramientas, son objeto de una amplia y variada bibliografía. Para la mayoría de los senderistas tampoco es necesario, por lo general, un conocimiento muy profundo de orientación, y es suficiente el aprendizaje de estas técnicas básicas para resolver todas las cuestiones que presenta su actividad. Sin embargo, en alta montaña, en las grandes cordilleras y para los profesionales como guías de montaña o cuerpos de rescate, estas técnicas básicas no son suficiente, sobre todo porque todas ellas están pensadas para una orientación "a vista", es decir con una visión general del paisaje. Los condicionantes meteorológicos, y principalmente la niebla, anulan total o parcialmente la posibilidad de utilizar las técnicas básicas de la orientación, y es aquí donde técnicas avanzadas y otros instrumentos entran en juego para "navegar sin visibilidad".